Os dejo abajo un texto que nos envía Manuel Franch, el protagonista más joven de la película HOLA MUCHACHO rodada en la Uni a finales de 1961
Espero que traiga buenos recuerdos a quienes le conocieron en la época adolescente:
"Sabía que Ana Mariscal andaba buscando un protagonista para su nueva película HOLA MUCHACHO.
También sabía que llevaba meses haciéndolo.
En aquellos años FOTOGRAMAS publicaba las películas que iban a rodar y las que se estaban rodando. Y en HOLA MUCHACHO ponía "sin protagonista" -o algo así-.
Me lo advirtió mi hermana Dellfina que era mi cómplice en la aventura de hacer carrera como actor.
Me lo iba adviertiendo, y una noche leímos juntos FOTOGRAMAS, y pensé ¡Ahora!.
Hice un equipaje con urgencia y ya de noche -finales de octubre ,principios de noviembre- cogí un tren que salía muy tarde hacia Madrid, con el considerable disgusto de mi madre y el "silencio" expresivo de mi padre. (ivíamos entonces en un pueblo de Valencia: el que me aloja de nuevo. En una calle que hoy lleva el nombre de mi hermano y el mío.)
Cogí aquel tren.
Llegué a Madrid muy temprano.
Me metí en una cafetería para asearme y me presenté en la Calle Fuencarral donde estaba la productora de Ana Mariscal.
Allí, me dieron un papel con unas líneas: un diálogo entre madre e hijo del guión que tenían que rodar: Hola muchacho.
Me dieron aquel papel poniendo cara de que estaban hartos de dar el dichoso folio con el diálogo para el casting correspondiente....
Yo pensé -al ver que miraban raro- "será para mí".
Ese mismo día por la tarde me presenté en los estudios de cine. Esperé poco, incluso me colé para abreviar, dejando con la boca abierta a quienes esperaban.
Tenía una absurda seguridad de que aquello estaba destinado a ser para mí: me creía preparado.
Había hecho entrenamiento en las clases del TEATRO UNIVERSISTARIO (T.E.U) bajo la dirección de JOSE MARIA MORERA, que llegaría a ser un director de mucho renombre...
Me creía preparado y tenía una fe absoluta...
Cuando llegó mi turno -habiéndome "colado" en la fila, poco antes- me vi de pronto frente a la cámara.
Ana me dio instrucciones muy brevemente. Entendí lo que quería.
"¿Preparado,entonces?"- preguntó. Dije "Si" y ella gritó lo que es ritual:
- Motor, Cámara, Acción! " ..
Hice mi secuencia de un par de minutos. Dijo "Corten" y añadió
-Éste! (Se refería a mí)
Fue tan simple como lo había imaginado.
Fue extrañamente simple.
Me dieron un contrato, lo firmé.
Me compraron una ropa determinada en La Granvía.
Y me citaron para el 8 de diciembre.
Ese día, en el coche de Ana, salí en dirección a Córdoba.
NO he de explicar que viví todo aquello con una emoción intensa.
La llegada a "LA LABORAL".
El alojamiento en las habitaciones.
El recorrido por las gradas del teatro.
Las cenas en el bar...
La curiosidad de los alumnos.
La cordialidad de todo el mundo.
La fascinación que producía el edificio por lo novedoso que resultaba en esos días...
NO he de decir que recuerdo cada instante del rodaje.
La camaradería de todos los habitantes de esa Universidad.
La ayuda psicoloógica que eso suponía...
No he de repetirlo, porque es así, porque lo recuerdo así: con intensidad
Es curioso que en una de las secuencias, contesto a un profesor que me pregunta cosas sobre Shakespeare.
Es curioso. Y es lo que hace mi vida algo absurda y algo consecuente al mismo tiempo, porque poco después de todo aquello y consciente de que hacer cine en una dictadura era poco realista para la edad que tenía (diecisiete años), dejé todo.
Me matriculé en la Facultad de Letras. Hice Filología. Me especialicé en Shakespeare (sin recordar la secuencia en la película) y me doctoré en Shakespeare, y fui catedrático de UNiversidad muy pronto gracias a Shakespeare, y traductor de su obra para CATEDRA/ANAYA -tarea que todavía hago- , y tuve honores gracias a Shakespeare, y tengo una vida llena de satisfacción profesional gracias a Shakespeare..
Hace poco he visto una escena en la página de "LA LABORAL" , por casualidad.
Y la escena me reveló que mi vida estaba marcada: era la especialidad de Shakespeare lo que me esperaba.
Era la dichosa secuencia en la que hablo de Shakespeare lo que me iba a marcar...
Y aquí estamos.
Donde estábamos.
Estudiando Shakespeare y formando jóvenes actores en el Studio Actores de la Fundación Shakespere que desde hace siglos dirijo.
Ahí, en "La LABORAL" comencé a vivir con independencia.
Y ahí se fraguó -aunque no lo supiera- mi futuro.
Y acaso por eso, las imágenes de ese sitio, están siempre en mi cabeza.
Me han acompañado toda la vida."
Manuel Angel Conejero-Tomás Dionis-Bayer (MANUEL FRANCH para el cine).
Espero que traiga buenos recuerdos a quienes le conocieron en la época adolescente:
"Sabía que Ana Mariscal andaba buscando un protagonista para su nueva película HOLA MUCHACHO.
También sabía que llevaba meses haciéndolo.
En aquellos años FOTOGRAMAS publicaba las películas que iban a rodar y las que se estaban rodando. Y en HOLA MUCHACHO ponía "sin protagonista" -o algo así-.
Me lo advirtió mi hermana Dellfina que era mi cómplice en la aventura de hacer carrera como actor.
Me lo iba adviertiendo, y una noche leímos juntos FOTOGRAMAS, y pensé ¡Ahora!.
Hice un equipaje con urgencia y ya de noche -finales de octubre ,principios de noviembre- cogí un tren que salía muy tarde hacia Madrid, con el considerable disgusto de mi madre y el "silencio" expresivo de mi padre. (ivíamos entonces en un pueblo de Valencia: el que me aloja de nuevo. En una calle que hoy lleva el nombre de mi hermano y el mío.)
Cogí aquel tren.
Llegué a Madrid muy temprano.
Me metí en una cafetería para asearme y me presenté en la Calle Fuencarral donde estaba la productora de Ana Mariscal.
Allí, me dieron un papel con unas líneas: un diálogo entre madre e hijo del guión que tenían que rodar: Hola muchacho.
Me dieron aquel papel poniendo cara de que estaban hartos de dar el dichoso folio con el diálogo para el casting correspondiente....
Yo pensé -al ver que miraban raro- "será para mí".
Ese mismo día por la tarde me presenté en los estudios de cine. Esperé poco, incluso me colé para abreviar, dejando con la boca abierta a quienes esperaban.
Tenía una absurda seguridad de que aquello estaba destinado a ser para mí: me creía preparado.
Había hecho entrenamiento en las clases del TEATRO UNIVERSISTARIO (T.E.U) bajo la dirección de JOSE MARIA MORERA, que llegaría a ser un director de mucho renombre...
Me creía preparado y tenía una fe absoluta...
Cuando llegó mi turno -habiéndome "colado" en la fila, poco antes- me vi de pronto frente a la cámara.
Ana me dio instrucciones muy brevemente. Entendí lo que quería.
"¿Preparado,entonces?"- preguntó. Dije "Si" y ella gritó lo que es ritual:
- Motor, Cámara, Acción! " ..
Hice mi secuencia de un par de minutos. Dijo "Corten" y añadió
-Éste! (Se refería a mí)
Fue tan simple como lo había imaginado.
Fue extrañamente simple.
Me dieron un contrato, lo firmé.
Me compraron una ropa determinada en La Granvía.
Y me citaron para el 8 de diciembre.
Ese día, en el coche de Ana, salí en dirección a Córdoba.
NO he de explicar que viví todo aquello con una emoción intensa.
La llegada a "LA LABORAL".
El alojamiento en las habitaciones.
El recorrido por las gradas del teatro.
Las cenas en el bar...
La curiosidad de los alumnos.
La cordialidad de todo el mundo.
La fascinación que producía el edificio por lo novedoso que resultaba en esos días...
NO he de decir que recuerdo cada instante del rodaje.
La camaradería de todos los habitantes de esa Universidad.
La ayuda psicoloógica que eso suponía...
No he de repetirlo, porque es así, porque lo recuerdo así: con intensidad
Es curioso que en una de las secuencias, contesto a un profesor que me pregunta cosas sobre Shakespeare.
Es curioso. Y es lo que hace mi vida algo absurda y algo consecuente al mismo tiempo, porque poco después de todo aquello y consciente de que hacer cine en una dictadura era poco realista para la edad que tenía (diecisiete años), dejé todo.
Me matriculé en la Facultad de Letras. Hice Filología. Me especialicé en Shakespeare (sin recordar la secuencia en la película) y me doctoré en Shakespeare, y fui catedrático de UNiversidad muy pronto gracias a Shakespeare, y traductor de su obra para CATEDRA/ANAYA -tarea que todavía hago- , y tuve honores gracias a Shakespeare, y tengo una vida llena de satisfacción profesional gracias a Shakespeare..
Hace poco he visto una escena en la página de "LA LABORAL" , por casualidad.
Y la escena me reveló que mi vida estaba marcada: era la especialidad de Shakespeare lo que me esperaba.
Era la dichosa secuencia en la que hablo de Shakespeare lo que me iba a marcar...
Y aquí estamos.
Donde estábamos.
Estudiando Shakespeare y formando jóvenes actores en el Studio Actores de la Fundación Shakespere que desde hace siglos dirijo.
Ahí, en "La LABORAL" comencé a vivir con independencia.
Y ahí se fraguó -aunque no lo supiera- mi futuro.
Y acaso por eso, las imágenes de ese sitio, están siempre en mi cabeza.
Me han acompañado toda la vida."
Manuel Angel Conejero-Tomás Dionis-Bayer (MANUEL FRANCH para el cine).